En el mes de octubre de 1923, la junta directiva de Peñalara acordó la construcción de un obelisco, en la zona de Praopollo, en la Pedriza de Manzanares, en homenaje y recuerdo de José Fernández Zabala, uno de los doce fundadores en el año 1913 de la Agrupación Peñalara, fallecido dos meses antes.
Casi simultáneamente, Joaquín Bellido, otro de los doce socios fundadores de Peñalara, lanzó, en el periódico “La Opinión”, la idea de construir un refugio abierto a todos los montañeros que llevase el nombre de Zabala, lo que produjo una espontanea ola de adhesiones a la idea, así como de donativos de sociedades deportivas y de montañeros individuales para financiar el proyecto.
Pero el proyecto languideció. Pasaron dos años y nada se había hecho. Por es razón, el socio Juan ManuelMadinaveitia Tabuyo planteó, en la asamblea general de socios de Peñalara celebrada el 30 de enero de 1925, que se retomara el proyecto y se convocara a las sociedades que ya habían mostrado interés por la idea a una asamblea extraordinaria en la que se determinasen el lugar de ubicación, presupuestos y demás, lo que fue aprobado por unanimidad.
Apenas dos años después, en otoño de 1927, se inauguraba este sólido edificio, cuyos planos y dirección técnica asumió generosamente el arquitecto y activo socio de Peñalara Julián Delgado Úbeda.
CMRepiso
Comments are closed.