El 22 de abril me levanté bien pronto para hacer unas tortillas para los bocatas de ese día. Y al abrir la ventana, grité entusiasmada:” Ven, ven, mira cómo llueve”. La lluvia con luna llena era un regalo inusitado como cuando nevaba en Madrid. Con esa alegría y ese maravilloso olor comenzamos el día.
Habíamos quedado en la Avenida Complutense para esperar el autocar, hecho que me hacía mucha ilusión, porque sonaba a verdadera excursión infantil, porque ese gesto era una actitud ecológica de las que hacen llover tras casi cincuenta días de secano y porque se confraterniza en conversaciones y chascarrillos, sobre todo hacia los que llegan al filo de la hora acordada.
Empezar a viajar con esa suave monotonía de la lluvia en los cristales y ser feliz en el mientras tanto…
Arancha Barragán sabe bien lo que hace y la lluvia cesó con el comienzo de la ruta en Gandullas. Todo ese aroma nos acompañó en la salida, rodeados de vestigios bélicos de otro tiempo, hacia el cerro Piñuécar donde visitamos el observatorio excavado en roca. Preciosas vistas y magnífico ambiente con el que bajamos hacia Piñuécar en busca de un cafetillo que el destino nos negaba.
Cruzamos el río Madarquillos y llegamos a Madarcos, donde sí encontramos una cafetería estupenda con ese ritmo tranquilo de veinte cafés, uno a uno, que nos sirvió para admirar a Lucero, burro retórico y estoico ( como todos) , pegar la hebra con el posadero y entre nosotros y adentrarnos en la primavera por la cuerda del Pico Quiñones, Peña Sisa y Pico de la Dehesilla donde almorzamos en grupo en una salida gratísima.
Lo mejor se reservaba en el descenso al río Cabrillas donde había que vadear el río y hay documentos que dan fe de cómo le aconteció a cada uno…Auténtico locus amoenus de prado en flor con murmullo de la corriente y aves celebradoras de la vida misma…
Y terminamos en Prádena del Rincón, precioso pueblecito, alrededor de unas cañitas torrezneando el momento de esperar el autobús de vuelta. 
Especial, dulce y ecológica esta salida a la Sierra del Rincón de la vocalía de excursionismo preparada por Emilio Garabatos y Arancha Barragán que nos brindó la ocasión de compartir el día con otros compañeros encantadores de Peñalara. No me perderé la siguiente.
Texto Laura Serrano
Fotos de Carlos Múñoz Repiso, Arantxa Barragán, Francisco Vera, José Antonio Hernández, Miguel Ángel Monroy y Begoña Sánchez.
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