El fin de semana nos dedicamos a bicicletear por las tierras de Soria y Guadalajara, con un paisaje primaveral, en un entorno rural y relajante como son esas tierras. Se trató de una ruta circular, alojándonos en Retortillo de Soria. Dado que el tiempo para el sábado se preveía más lluvioso y ventoso que para el domingo, decidimos que el día más largo lo dejábamos para el domingo, ya que, además, podíamos visitar las ruinas romanas de Tiermes.
Efectívamente, el sábado salimos de Campisábalos helados, con 5º y algo de lluvia y viento, pero, por suerte, el sol salía de vez en cuando para hacernos la jornada más agradable. La ruta estaba programada para llevar alforjas, de ahí que incluyera bastante asfalto, pero resultó placentero pedelear por las carreteras pues son sumamente tranquilas. Tuvimos algún camino con barro, pero transitable, y algún que otro perro guardián de ovejas nos salió al paso, pero, por suerte no hubo problema.
El domingo amaneció mucho mejor tiempo, y durante el día se confirmó que no nos mojábamos esta vez. Afortunadamente, pues durante el recorrido visitamos las ruinas del castillo de Caracena y las romanas de Tiermes, que tiene un acueducto digno de recorrer. Jornada más dura que la anterior, con más kilómetros recorridos, unos 47, pero sobre todo por los cerca de 1.000 metros de desnivel que ascendimos con nuestras monturas, unos encima de ellas y otros empujando, eso sí.
CRONISTA: TERESA YELMO
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