Tras las incidencias mecánicas que algunos participantes tuvieron de viaje a Lekeitio, finalmente 19 de 21, pudimos reunirnos el viernes por la noche en el Albergue en el que nos íbamos a alojar.
Los que tuvimos la suerte de poder llegar antes de las 22h, pudimos improvisar una cena a base de tapas en una terraza en el puerto, disfrutando de unas magníficas vistas. Menos mal que éstas están preparadas para en caso de lluvia, porque así fue, al poco de sentarnos empezó a jarrear. A la vuelta al Albergue ya había parado.
Y llegó el sábado por la mañana, 1er día de nuestra actividad, desde el mismo Albergue nos lanzamos con nuestras bicis a iniciar nuestra ruta, con la esperanza en los corazones de que tuviéramos suerte y se cumpliera la previsión de que no empezara a llover hasta las 17h.
Salimos de Lekeitio dirección a Zelaieta, siguiendo mayoritariamente carreteras no muy concurridas y con conductores acostumbrados a los ciclistas, saliendo de la misma solo a pequeños tramos por caminos paralelos, un poco antes de llegar entramos en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Pasada Zelaieta, aproximadamente a los 18km de nuestro recorrido, nos dirigimos al Urdabai Bird Center, que por desgracia precisaba de una hora de visita, tiempo del que no disponíamos, pero tomamos todos nota para volver en otra ocasión, porque sin duda vale la pena. Nos conformamos con aproximarnos al pequeño observatorio que había cerca y echar un vistazo rápido, porque éramos muchos y no era cuestión de molestar a las aves.
Desde allí retomamos nuestra ruta, pasando por el Castillo de Arteaga. Como nos había sugerido Juan Sainz, nos desviamos por las marismas, bordeamos un molino de mareas, que hoy es una vivienda particular, e hicimos una parada en la curiosa Ermita de San Lorenzo, con sus peculiares ventanas.
Seguimos nuestra ruta alcanzando la carretera que bordea la Ría de Mundaka, disfrutando de vistas espectaculares de la misma. Aproximadamente a los 22km de nuestro recorrido encontramos el bar de un camping con vistas a la ría, donde pudimos tomar unas merecidas cervezas con pinchos.
Después de un breve descanso, tras ciclar unos escasos kilómetros nos encontramos con la preciosa Playa de Laida, y llegando al km 28 de nuestro recorrido, apareció ante nuestros ojos la Playa de Laga, que como estaba nublado, al contrario de desmerecer, le daba un aspecto majestuoso. Tras disfrutar de las vistas, siguiendo tramos de carreteras, llegamos a Ea, donde nos acercamos al puerto, junto a la playa, y tras desmontar de las bicis, nos subimos a sus miradores.
Y ahora sí, ya solo nos quedaban 10km de vuelta a Lekeitio, unos decidimos ir más directos, sin desviarnos en un pequeño tramo para ir más cerca de la costa, y otros optaron por no saltarse ese tramo.
Finalmente llegamos todos sanos y salvos a Lekeitio sin habernos mojado. En total habían sido 48-50km de distancia con un desnivel acumulado de unos 950mts.
El tiempo se portó, e incluso por la tarde pudimos dar una pequeña vuelta por Lekeitio, visitamos la Basílica de Ntra Sra de la Asunción con su imponente retablo, disfrutamos de bailes regionales bajo el “txirimiri” y también de algún que otro zurito o chacolí con tapa, antes de la espartana, aunque correcta, cena en el albergue.
Y llegó el Domingo, 2º día de nuestra actividad. De nuevo, tras dejar los equipajes en nuestros respectivos coches, desde nuestro albergue comenzamos la etapa del día. El pronóstico del tiempo parecía que había mejorado y que las lluvias se habían alejado, aunque tampoco se esperaba mucho sol.
Salimos de Lekeitio y antes de entrar por un camino, en algún momento malecón, a lo largo de una ría, ya estábamos viendo el puente por él que íbamos a volver al final de la ruta y que prometía unas vistas espectaculares de toda la bahía incluida la Isla de San Nicolás a nuestro regreso. Tras dejar la ría, nos dejamos abducir por un estrecho y frondoso camino recomendable también para dar un paseo, aunque algunos tramos nos aconsejaban bajarnos de la bici para evitar caídas no deseadas. Tras el mismo, llegamos a una carretera, poco transitada con curvas, dura aunque preciosa, rodeada de frondosos árboles y un desnivel del 26%, que algunos hicieron montados, y otros no tanto. Tras dicha subida nos fuimos a mano derecha hacia Asterrika, en el kilómetro 11 de nuestra ruta. Aunque el avance no había sido rápido por su dificultad, habíamos disfrutado de esos caminos/carreteras del interior. Y tras continuar por camino de sierra, como lo llamaba Ana por su subidas y bajadas, entramos en Ondarroa, cuyas empinadas calles invitaban a un buen resbalón, directo al puerto. Estábamos en el kilómetro 14, a apenas a 8 kilómetros de Mutriku.
Aquí la que narra decidió quedarse en Ondarroa para repasar todo lo que había estado viendo, acompañada de unos zuritos con tapas, que se lo tenía merecido.
El resto del grupo continuó unos kilómetros más, hasta la villa guipuzcoana de Mutriku, con nuevas subidas y bajadas, una parada de avituallamiento con degustación de productos de la zona, y la experiencia de utilizar un ascensor para remontar las empinadas escaleras que hacían las veces de calles.
Me reincorporé al grupo que volvía, y disfrutamos de la tranquila carretera junto a la costa de vuelta a Lekeitio, ya solo quedaban 14 kilómetros para final de etapa, con unas magníficas vistas y una suave brisa que golpeaba nuestros rostros.
Y la verdad es que cuando faltaba poco para llegar, daba pena pensar que se iba a terminar, ¡había sido todo, tan bonito! Quedaba la gratificación de todas las imágenes grabadas en nuestras mentes, para comenzar una nueva semana, y ganas de comenzar una nueva aventura.
Gracias a todos los participantes por vuestro apoyo y hasta la próxima.
(Texto Rosana Escrivá Ferrairó). (Fotos de los participantes).
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