SOMIEDO
A M.Carmen Agudelo, allá dónde me leas.
Esta es la crónica más difícil y triste que me ha tocado escribir y la he ido retrasando porque no sabía como comenzarla. Muchas ideas acudían a mi cabeza, pero no era capaz de sentarme a ordenarlas y obligar a que las palabras fluyeran desde mi cabeza hasta mi mano sin quedarse agarradas a la garganta en un nudo persistente y atenazador.
La salida a Somiedo se tenía que haber realizado en Octubre del 2023, pero se suspendió por alerta roja de vientos en toda la zona norte y se trasladó a Junio 2024. Esto aventuraba que sería una salida con buen tiempo y por la cantidad de Peñalaros que se apuntaron (hasta dos veces tuvimos que ampliar plazas), le sumamos que prometía ser una salida divertida y de reencuentro, pero a mitad camino nos comunican el fallecimiento de nuestra querida M.Carmen, dejándonos a todos las que la conocíamos y queríamos muy tristes y desconcertados. La salida no podía suspenderse y debíamos seguir con el corazón roto.
Paca también viene como invitada para escribir la crónica que a M.Carmen le hubiera gustado leer y así lo vamos a hacer, o al menos, intentar….
No, Paca, esta vez ni todas las Vírgenes de tu santoral pudieron parar lo inevitable, así que intenta escribir desde la alegría que siempre tenía M.Carmen y piensa que te va a seguir leyendo y riéndose con esta nueva crónica de esos 2 magníficos días de montaña.
Se te ha ido de las manos Paca, a ver cómo termina todo…. ya que lo que empezó siendo para 24 personas, a poco que te descuides ¡¡fletáis un autobús!! 33 almas caminantes que quieren pasarlo bien y disfrutar de los paisajes de Somiedo, aunque en el último momento, dos caminantes se han dado de baja y nos quedamos 31 almas, de las que quiero hacer especial mención a Paloma y Lourdes, ejemplos de coraje, superación, fortaleza y agallas recogiendo el testigo que les legó M.Carmen, aunque ellas no lo sepan, y pasando a ser mis “ídolas” y mereciendo todo mi respeto y admiración.
Y no me olvido de nuestra Ogara que, infiltrada, con rodillera y bastones, ¡no se quedó atrás!
Los dos días hemos ido todo el grupo como un solo cuerpo, tullido y remendado, pero unido. Como decía sabiamente D.Quijote: “Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro.” Y así entiendo yo la montaña: cuando vamos juntos, todos hacemos lo mismo. No quiero competición a mi lado, quiero compañer@s que esperan al rezagado y adecuan su paso al más lento, incluso siendo Campeon@s de España como “Correcaminos”, corredores de maratones o esquiadores de glaciares , ¡todos a una y todos en grupo!
Esta es mi Montaña con mayúsculas, la montaña de un club de socios que sólo les une su pasión por disfrutar de ella y de los amigos que en ella se encuentran, y en la que siempre van pendiente del cuerpo más débil, pero sin hacerle sentir el más débil, sino como uno más del grupo e imprescindible para llegar a la cumbre. Y, si no fuese así, parafraseando a Groucho Marx: “nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien que no espera al últim@ del grupo”.
Todos salimos, todos llegamos a las cumbres y todos volvimos a Pola de Somiedo ansiosos para tomar las cervezas artesanas y el queso que nos esperaba, pero….¡no falla Paca!!, al llegar a los coches….., ¡tres…., dos….., uno!. Todos a mirar el GPS, el wikilock, el reloj Garmin y demás cacharrines electrónicos para ver lo que hemos hecho.
¡Qué frenesí, que arrebato, que furor!, pero si ya no tenemos el Trofeo de Cumbres (aunque para mí siempre será el Trofeo de Horacio), ¿para qué quieren ver la precisión de lo que han andado? Y digo yo…., si estás cansado, ¡pues es que has andado mucho!; si te duele cualquier parte del cuerpo, ¡es que has andado mucho!; si sueñas con beberte dos o tres jarras de cerveza, es que, ¡¡¡has andado la leche!!!!
Paca, tranquila que esto no te pilla de nuevas. Viene siendo lo que se dice un clásico. Lo que ya te dejó descolocada fue ver a una de las participantes porteando un mapa ¡en papel! dentro de su funda protectora y asegurada con un mosquetón a la mochila!!. Ahí, ¡ya me quedé muerta en la bañera!. Esta mujer es Dora la Exploradora y seguro que se orienta mirando el vuelo de los pájaros y por el color de las nubes. Paca, corre el rumor que participa en carreras de orientación y que se ha cruzado los Apalaches al estilo Daniel Boone (….aaay Paca, que se te ve el plumero de la edad….)
Luego me entero que, ni lo uno, ni lo otro, Gemma porteaba por amor….. Y entre ella y otra participante, que parecía ser una vaquera experimentada y, según algunas de sus amigas, se la podría considerar una “cow-whispper”,…cada vez que teníamos que cruzar entre las diversas manadas de vacas con sus terneros casi recién nacidos, llamábamos a Arancha para cruzar a su lado y que así controlara a las inquietas mamás.
Ese primer día, no sólo hicimos las 2 cumbres previstas, dedicándole la 1ª cumbre a M.Carmen, sino que el grupo se animó a realizar una tercera y un “poquito”. ¡La leche Paca!, menos mal que era un grupo como un solo cuerpo, tullido y remendado, pero unido”, que si están todos al 100% tiene que venir el GREIM a rescatarte porque te revientan (bueno, eso y que tu felling con los bomberos es especial) (bueno, no son bomberos pero llevan uniforme, ¿no?….)
Previo paso por la fábrica de cerveza artesana, que bebimos con avidez, y otros manjares autóctonos, que devoramos con fruición, y una posterior ducha que recuperó nuestros cuerpos para luego llenar el comedor del hotel y disfrutar de una magnífica cena y de Peñalar@s que no veíamos desde el confinamiento, y hasta algun@ se ha casado cerrando así el circulo de algo que empezó en Peña Trevinca.
El segundo día, subir el Penouta fue una tarea ardua pero gratificante. El terreno era duro y complicado, pero el grupo, al completo, volvió a responder como un solo cuerpo alcanzando la cumbre y volviendo a los coches sin mas incidentes que la satisfacción de un fin de semana que seguro que el lunes o el martes, a alguno.
Del paisaje no sabría ni por dónde empezar a describíroslo porque era la Cantábrica regalándonos su más pura belleza. Allá donde se posara la mirada, el espíritu, algo agitado este aciago fin de semana, se sosegaba entre esa explosión de colores porque era tal la espectacularidad, tal la hermosura de lo que veían nuestros ojos, que necesitaría otra crónica para describíroslo y por las fotografías que se adjuntan, entenderéis lo que os digo.
Para los ansios@s de los datos, según la “DGT” (datos generosamente transferidos), nos salieron:
– Dia 1: 18,2km, 1.188m de desnivel y 08:30h de duración (un paseo no fue….)
– Día 2: 11,4km, 598m de desnivel y 05:12h de duración (y con eso en las piernas, al coche y a Madrid)
PacAmpa (mitad Paca, mitad Amparo).
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