GRUPO EXCURSIONISTA DE PEÑALARA EN LA SALIDA AL PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS.
9 y 10 de Noviembre de 2024.
Paloma, la actividad de la Sierra de Cazorla del Grupo Excursionista de Peñalara tienes que organizarla varias veces al año para cubrir la demanda, porque es más fácil conseguir una entrada para un concierto de Taylor Swift que una plaza en tu viaje.
Los 26 afortunados que la obtuvimos nos reunimos el viernes 8 de noviembre en Arroyo Frío.
Al día siguiente nos trasladamos a Coto Ríos para la ruta sabatina. Partiendo de las inmediaciones de una piscifactoría caminamos por las orillas del río Aguasmulas, que aquí desemboca en el Guadalquivir, en su embalse del Tranco de Beas.
Rodeados por los colores otoñales de chopos, higueras y cornicabras fuimos ganando altura hasta el puesto de avituallamiento de las cuevas del Tío Ratón. Son éstas unas curiosas cavidades excavadas en la roca caliza donde habitaba ese personaje antaño. El avituallamiento lo hicimos en las higueras y granados que por allí encontramos.
En el punto de mayor altitud del recorrido llegamos al paraje más impresionante de la ruta: una enorme oquedad formando un espectacular balcón sobre el barranco del arroyo de la Graja. Allí, animados por Paloma, guardamos todos un relajante minuto de silencio disfrutando de la serenidad de aquel lugar.
Ya en el camino de vuelta, a la hora de la comida, Paloma nos obsequió con un sabroso aperitivo de embutidos de la zona. Y así, apaciguados nuestros espíritus y estómagos, fuimos completando la excursión de ese día.
La noche ya fue otro cantar. O mejor dicho otro bailar. Parece ser que ya es viral en las redes el video “Peñalaras bailando en la noche cazorleña”
Al día siguiente tocaba el asalto al castillo de Cazorla. Pero antes hubo una interesante visita guiada a la inacabada iglesia de Santa María y la bóveda subterránea por la que discurre el río bajo el templo y la plaza. La guía nos relató la leyenda de la Tragantía, la hija de un rey moro que, tras permanecer escondida en las mazmorras del castillo adquirió cuerpo de serpiente y salía en la noche de San Juan atrayendo a los cristianos con su canto para después devorarlos.
A continuación, por empinadas cuestas, alcanzamos primero el castillo de la Yedra y después el de las Cinco Esquinas. Desde allí disfrutamos de unas hermosas vistas de Cazorla y la interminable extensión de colinas bordadas de olivares. Los otros dos hitos de la ruta mañanera fueron la cascada de la Malena, en esta época del año convertida en jardín vertical, y la calera del mismo nombre, donde antiguamente se obtenía la cal en hornos excavados en la tierra.
Llegados a la población de Cazorla concluimos la jornada, unos regresando ya a sus casas y otros catando el choto con ajos, las croquetas de ciervo y demás exquisiteces de la gastronomía local.
Y ya sólo queda dar las gracias a los organizadores y despedirme hasta la siguiente salida cazorlense… porque el cronista tiene plaza asegurada, ¿no Paloma?
Texto de Enrique Melcón.
Fotos de los asistentes a la ruta.
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