GRUPO EXCURSIONISTA DE PEÑALARA EN LA SALIDA DEL 2º RECORRIDO POR LA PEDRIZA: LAS TORRES.
18 de Mayo de 2024.
El pasado sábado 18 de mayo el Grupo Excursionista convocó una segunda actividad en La Pedriza para continuar visitando algunos de sus lugares más señalados, por caminos poco transitados y con algunas particularidades en su trazado que hicieran la jornada diferente. El recorrido escogido por Pedro J. Quirós quien organizó la salida, complementaba el realizado a finales de enero, también organizado por Pedro, e incluso compartía la primera parte del recorrido desde Canto Cochino hasta el Collado de La Ventana, pero en esta ocasión una vez en el collado, cambiaba el rumbo para alcanzar las Torres de la Pedriza, seguir por el Collado del Miradero y volver al punto de partida coincidiendo en el último tramo con la “Autopista” tras atravesar los “Cuatro Caminos” . El camino incluía una ascensión con suave trepada a una de las Torres y un par de destrepes y angosturas para poner en práctica el espíritu de equipo del grupo.
Pedro como organizador y Miguel Ángel Ruiz como coordinador del Grupo Excursionista limitaron el número de participantes a un máximo de quince para facilitar las maniobras en los pasos que podrían considerarse como más comprometidos.
La jornada comenzó con algún retraso sobre el horario previsto por que faltaba un inscrito que no se presentó a la cita. La nula cobertura de nuestros móviles en el lugar y la gran afluencia de público el fin de semana, obligó a los organizadores a ser flexibles con el horario para no dejar a nadie fuera de la actividad.
La mañana era fresca y soleada, el ruido del agua y de los pájaros invitaban a caminar con paso ligero los primeros tramos de nuestro camino y el grupo con agilidad fue ganando altura y excepto algún alto para intercambiar anécdotas de nuestras escaladas juveniles en lugares míticos que íbamos divisando por el camino, miradores señalados y poco más llegamos al Collado de la Ventana para hacer parada de 10-15min y seguir nuestro camino en busca de las primeras marcas visibles del PR1 que utilizaríamos como guía el resto de nuestra jornada.
En unos 15 minutos y tras una ligera trepada nos aupamos a un promontorio con vistas privilegiadas al Hueco de San Blas, Embalse de Santillana, Soto del Real y allá al fondo casi al alcance de la mano los edificios cercanos a la Plaza de Castilla. Continuamos sin cambiar de vistas y enseguida encontramos una primera angostura para atravesar unas rocas que cortaban nuestro camino. Coordinando el paso de mochilas y sincronizados como si hubiéramos entrenado este paso salvamos el obstáculo, e incluso alguno buscamos alternativas con trepadas laterales que fuimos solventando sin mucho problema. Sin duda el tamaño de nuestro grupo ayudó a coordinar este paso, Pedro había decidido acertadamente al limitar el número de participantes en la actividad.
Casi de inmediato una nueva trepada de unos 15-20 metros por una brecha para iniciar de inmediato un destrepe que Pedro aseguró con un par de cintas para evitar resbalones inoportunos. Nuevamente coordinación absoluta y participación de todos los integrantes como si hubiéramos practicado el paso de antemano. A partir de este punto, el camino empieza a ser un sube y baja con algo de laberinto que las marcas del PR nos ayudan a descifrar. Nos cruzamos con el Callejón de las Abejas, La Esfinge, El Loro, vistas alternativas a un lado y otro de la línea formada por las Torres amenizan nuestro trayecto, llegamos al Risco del Ventanillo, y seguimos a buen paso a la cara norte de las Torres. Este tramo es un mirador privilegiado de la Cuerda Larga con Peña Lindera y el Collado de Matasanos en primer plano y toda la Cuerda a su espalda.
Nos queda ahora dedicarle poco más de 30 minutos en trepar a la tercera Torre 2029m, subimos ligeros y nos hacemos las fotos de rigor en la cumbre para bajar decididos y alcanzar el Collado del Miradero o Prado Poyo, donde dedicamos una parada más prolongada a comer y reírnos con ganas de historias y anécdotas que se le ocurrían a uno u otro. Coincidimos en este punto con grupos que por el tamaño de sus mochilas debían estar realizando el recorrido Integral, que Pedro y alguno de nosotros hemos pensado incluir alguna vez en el calendario de actividades de nuestro club.
Desde el Collado el Miradero, todo pendiente negativa, coincidiendo en tramos con el Arroyo de los Poyos, hasta Cuatro Caminos, la Pradera del Peluca y toda la Autopista hasta Canto Cochino aún más lleno de excursionistas que en la hora de nuestra salida.
Se puede decir que aquí finalizaba nuestra actividad deportiva y comenzaba la social, tan importante la una como la otra, así que nos dedicamos a ella con la misma intensidad y cariño que habíamos puesto en la que aquí se relata.
Magnífica jornada, muchas gracias, Pedro, cuenta con nosotros para los siguientes recorridos.
Texto de Manuel Nuño..
Fotos de los asistentes a la ruta.
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